Pocos mitos de la nutrición están tan arraigados como el de la "paradoja francesa": la idea de que una copa de vino tinto al día es buena para el corazón. Esta creencia, popularizada en los 90, se basa en estudios que muestran una "curva en J", donde un consumo ligero (hasta 36g al día) podría tener un riesgo relativo menor de enfermedad coronaria.

Pero, ¿es esta pequeña parte de la historia la verdad completa? La realidad científica es que cualquier potencial y leve beneficio cardiovascular queda eclipsado por los devastadores efectos que el alcohol tiene sobre el resto del cuerpo. Vamos a romper el mito.

Mito 1: "El problema del alcohol son sus 'calorías vacías'"

EL VEREDICTO: FALSO. SON CALORÍAS TÓXICAS QUE BLOQUEAN TU NUTRICIÓN.

El primer error es pensar que el alcohol solo engorda. Si bien aporta 7 kcal por gramo (casi como la grasa) y se consideran "calorías vacías", su principal problema no es lo que aporta, sino lo que bloquea.

El alcohol (etanol) se absorbe principalmente en el intestino delgado y, al hacerlo, desata el caos en la mucosa intestinal. Provoca inflamación, altera la microbiota, daña las vellosidades intestinales y aumenta la permeabilidad, permitiendo que sustancias no deseadas pasen al torrente sanguíneo.

Pero lo más grave es que inhibe activamente la absorción de los nutrientes que comes.

• Carbohidratos: Inhibe el transporte activo de glucosa al disminuir la afinidad del transportador SGLT1.
• Proteínas: Bloquea la absorción de péptidos (vía PepT1) y de aminoácidos clave como la leucina, la alanina y la glutamina.
• Grasas: El consumo crónico de etanol también inhibe la absorción de la grasa proveniente de la dieta.

Beber alcohol no es solo "sumar calorías"; es hacer que la comida nutritiva que ingieres cuente menos.

Mito 2: "El 'veneno' es el etanol (alcohol)"

EL VEREDICTO: FALSO. EL VERDADERO VILLANO ES SU METABOLITO.

Cuando el alcohol llega al hígado, la enzima Alcohol Deshidrogenasa (ADH) lo convierte en acetaldehído. Luego, otra enzima (ALDH) lo convierte en acetato (inofensivo).

El verdadero veneno es ese producto intermedio: el acetaldehído. Es una molécula muy dañina y tóxica, responsable de muchos de los efectos fisiológicos negativos del alcohol y la principal causante del cáncer asociado a esta bebida.

¿Por qué algunas personas se enrojecen al beber? Muchas personas de ascendencia asiática tienen una variante genética que produce una ADH "súper activa" (crea acetaldehído muy rápido) y, a la vez, una ALDH2 "defectuosa" (no puede eliminarlo). Esto provoca una rápida acumulación del tóxico acetaldehído, causando rubor facial y palpitaciones.

Mito 3: "El alcohol solo daña el hígado"

EL VEREDICTO: FALSO. PROVOCA UN CAOS MULTIORGÁNICO, EMPEZANDO POR TUS MICRONUTRIENTES.

El consumo crónico de alcohol es una bomba para tu estado nutricional, causando deficiencias severas incluso si comes bien.

• Destruye las Vitaminas B: El alcohol reduce drásticamente la absorción intestinal de Tiamina (B1), Riboflavina (B2), Biotina (B7) y, crucialmente, Folato (B9). También afecta a la B12.
• Agota el Zinc: El consumo de alcohol provoca deficiencia de zinc, tanto por una menor ingesta como por un aumento de su excreción por la orina.

Este no es un problema menor. El folato (precursor de SAM) y el zinc son cofactores vitales para las enzimas que regulan tu epigenética. La deficiencia de estos nutrientes, causada por el alcohol, lleva a "patrones aberrantes de metilación del ADN". Es decir, el alcohol no solo te daña en el momento: altera la forma en que tus genes se expresan a largo plazo.

Mito 4: "El riesgo de cáncer es solo para bebedores 'muy excesivos'"

EL VEREDICTO: FALSO. EL ALCOHOL ES UN CARCINÓGENO COMPLETO.

El alcohol aumenta el riesgo de múltiples cánceres (hígado, esófago, colon y mama) a través de varios mecanismos simultáneos:

• El Tóxico Directo: El acetaldehído es un carcinógeno reconocido que daña el ADN.
• Estrés Oxidativo: Su metabolismo produce especies reactivas de oxígeno (ROS) que también atacan y dañan el ADN.
• Bloqueo de Nutrientes: Como vimos, el alcohol impide absorber nutrientes que previenen el cáncer, como el folato.
• Efecto Hormonal: Aumenta la concentración de estrógeno en la sangre, un factor de riesgo conocido para el cáncer de mama.

Conclusión: Rompendo la Copa del Mito

Volvamos a la "paradoja francesa". Si bien algunos estudios muestran una leve reducción del riesgo coronario con un consumo muy ligero, esto no significa que sea saludable. Comer una dieta saludable y estar físicamente activo tiene beneficios inmensamente mayores y sin ninguno de estos riesgos.

El consumo de alcohol es perjudicial. El Ministerio de Sanidad de España no habla de consumo "seguro", sino de "consumo de bajo riesgo", que se sitúa en no más de 2 UBEs (20g) al día para mujeres y no más de 4 UBEs (40g) al día para hombres. (Una copa de vino o una caña pequeña es aproximadamente 1 UBE).

El mito de la "copa de vino saludable" ignora que el alcohol es un disruptor nutricional y un carcinógeno de primer orden.