En la búsqueda de dietas más saludables, nos enfrentamos a un desafío diario: interpretar rápido la información nutricional en el súper. Para eso ha surgido el Nutri-Score, una etiqueta frontal (conocida como FOPL) que funciona como una brújula de colores para descifrar la etiqueta.

Este sistema no se limita a catalogar un producto como "saludable" o "no saludable", sino que da información de su calidad nutricional general comparándolo con productos similares. El objetivo es doble: ayudarte a elegir mejor y animar a los fabricantes a reformular sus productos para obtener una letra más verde.

¿Cómo se calcula el Nutri-Score?

El algoritmo, que ha evolucionado desde sus inicios en 2007, se basa en un modelo de perfil de nutrientes. Para cualquier producto, el sistema mira su composición por cada 100g o 100mL y hace un balance:

El cálculo se basa en el modelo de perfil de nutrientes de la Agencia de Normas Alimentarias del Reino Unido (FSA), conocido como el "modelo WXYfm".

• Puntos "negativos": Se penaliza el exceso de calorías, azúcares, grasas saturadas y sal.
• Puntos "positivos": Se premia la presencia de fibra, proteínas, y el porcentaje de frutas, verduras, legumbres, frutos secos y ciertos aceites (colza, nuez y oliva).

El resultado de esa resta nos da una puntuación final, que se traduce en una letra y un color. Sencillo, ¿verdad?

¿Pero... funciona? Lo que dice la ciencia

Aquí está lo importante. Más allá de los colores, ¿sirve para algo? Múltiples estudios epidemiológicos han validado su eficacia.

Se ha demostrado que la clasificación de Nutri-Score es coherente con las recomendaciones nutricionales generales. Las personas que consumen alimentos mejor clasificados (más 'A' y 'B') suelen tener una dieta de mayor calidad nutricional: más fibra, más vitaminas y menos grasas saturadas.

La consideración más importante: se ha demostrado que consumir alimentos con peor puntuación Nutri-Score se asocia con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas, incluyendo cáncer y enfermedades cardiovasculares.

Además, un estudio español de 2019 concluyó que, comparado con otros sistemas de etiquetado, Nutri-Score fue el que mejor ayudó a los participantes a clasificar correctamente los alimentos por su calidad nutricional.

Las grandes limitaciones (Lo que no te cuenta)

Aunque es una herramienta útil, no es perfecta. El sistema tiene varias "zonas grises" importantes que debemos conocer:

• Alimentos Excluidos: Quedan fuera productos frescos, alimentos con un solo ingrediente (café, miel, té...), infusiones y bebidas alcohólicas.
• Cantidad vs. Composición: Se basa en 100g o 100mL, sin tener en cuenta la ración real que consumes (como pasa con el aceite de oliva).
• Calidad de Macronutrientes: No valora la calidad de las grasas (no valora positivamente las grasas insaturadas como el Omega-3) ni de las proteínas o carbohidratos.
• Procesamiento y Aditivos: Es su gran ciego. No tiene en cuenta el efecto negativo del ultraprocesamiento ni valora negativamente la presencia de aditivos, colorantes o edulcorantes.
• Micronutrientes y Bioactivos: El algoritmo ignora el contenido de vitaminas, minerales o compuestos bioactivos (como los polifenoles del aceite de oliva).

Conclusión: ¿Me fío o no me fío?

El Nutri-Score es una herramienta visual y eficaz que nos pone en alerta. Ha demostrado mejorar la calidad nutricional de la cesta de la compra.

Nuestro consejo: Úsalo como una primera guía, especialmente para comparar productos similares (ej. cereales con cereales, galletas con galletas). Pero no dejes que sea tu único juez. La verdadera "nota" de un producto está en su lista de ingredientes. Si el primer ingrediente es azúcar o está lleno de harinas refinadas y aditivos, ya sabes la respuesta, por mucho que una 'B' verde intente convencerte de lo contrario.

Imagina que el supermercado es un mapa. El Nutri-Score es un GPS simplificado que te da una ruta rápida: el verde te dirige a caminos nutritivos y el naranja te advierte. Aunque el GPS es genial para la dirección principal, no te informa sobre la calidad de la carretera (el procesamiento) ni si el paisaje (los micronutrientes) es rico o árido.